La segunda jornada del Quilmes Rock comenzó con Dante Spinetta quién invitó a su hija Vida Spinetta para hacer juntos ‘Olvídalo’ seguido por Los Cafres que vino a traer al reggae de vuelta a los festivales, que décadas anteriores hasta solían tener escenarios dedicados completamente al género. Mientras caía la tarde Paula Maffia, se presentó en formato power trío junto a Juanito El Cantor en bajo y Martín León Benito en batería, en el Escenario Enigma dispuesto dentro de un domo con butacas que le daba una mística especial, a pesar de estar un poco alejada de los principales.
“Y si te invito a jugar” cantaba Santiago Barrionuevo, frontman de El Mato a un Policia Motorizado haciendo su aparición a las 17:30 de la tarde con ‘Sábado’. Su show repasó temas de su último disco Super Terror (2023) y los infaltables como ‘Chica de Oro’ y ‘El Tesoro’. Contó con la participación de Nina Suarez en ‘Terrorismo en la Copa del Mundo’, la artista se encontraba en el predio, luego de realizar su show solista el sábado regresó para realizar un homenaje a su madre Rosario Bléfari. Conociendo Rusia fue lo que siguió en grilla, El Ruso logró convertirse en uno de los referentes del nuevo cancionero argentino posicionando temas como ‘Cabildo y Juramento’ dentro de los nuevos clásicos. Como un guiño a sus raíces y en homenaje a uno de los grandes artistas que pasaron por este festival hizo una versión de ‘Rezo por Vos’ de Luis Alberto Spinetta, que también había realizado en la edición de 2022, comprando a propios y ajenos.

Y finalmente llegó lo que todos estábamos esperando, y acá me incluyo, cualquier argento podría incluirse en las filas de Seru Giran, que esta noche fue homenajeado por dos de sus miembros históricos: Pedro Aznar y David Lebón. Padres e hijos se unieron entre el público y las remeras de nuestros próceres predominaron entre el pogo, Pescado Rabioso, Charly y su bigote bicolor, La Máquina de Hacer Pájaros y tantos otros guiños que caracterizaron a esta segunda jornada del festival.

La intro de ‘La Grasa de las Capitales’ empezó a sonar y la emoción era inevitable, estábamos viviendo un momento histórico, que tiene muchas chances de no volver a repetirse nunca. Claro que se extraño a Moro y a Charly que aún sigue entre nosotros pero ya no sobre los escenarios, pero esta mítica banda ameritaba un homenaje. Y así lo hicieron. Volvieron a sonar himnos como ‘Canción de Alicia en el País’, ‘Mundo Agradable’ y ‘Cuanto Tiempo Más Llevará’. Sandra Mihanovich fue la primera invitada y luego se sumaría Dante Spinetta presentado como su “sobrino” por Lebón. La sorpresa fue la aparición de Trueno, que suele regalar unos crossovers interesantes como lo hizo en la edición de 2022 junto a Gorillaz.
Improviso unas barras junto a la banda en ‘No llores por mí, Argentina’ con Juanito Moro en batería —hijo de Oscar Moro, baterista original de Seru fallecido en 2006— con el pogo en su mejor momento. Para el cierre y luego de que el público reclame “una más” durante unos minutos, volvieron para darle el broche de oro: ‘Seminare’ cantada por cientos de gargantas que lo hacían reviviendo la cantidad de veces que lo habían hecho antes y todas las que estuvo de cortina de fondo de los momentos más emotivos. Un pedazo vivo de la historia se subió al escenario del Quilmes Rock esa noche de manera excepcional, esperemos que la promesa de “nos veremos otra vez” se cumpla nuevamente.

La pregunta que invadía los cuerpos luego de tamaña emoción era como seguir y la respuesta es subiéndose al tren de ska que proponen Los Fabulosos Cadillacs. La banda volvió a tocar en Buenos Aires luego de varios años de ausencia y brillo con el inconfundible bajo de Flavio Cianciarulo y los instrumentos de viento. El setlist bien festivalero repasó joyas como ‘Mi Novia Se Cayó en un Pozo Ciego’, ‘Vasos Vacíos’, ‘Mal Bicho’ y ‘Matador’ que contó con la presencia de la percusión de La Bomba de Tiempo. Otros de los invitados fueron Santiago Motorizado en ‘Nro. 2 En Tu Lista’ y Pablo Lezcano con su característico teclado se sumó su baile a ‘Padre Nuestro’. La fiesta terminó con pelotas inflables de Quilmes paseando entre las manos del público. A esta altura una pausa era necesaria para recargar energía pero la disposición de los dos escenarios principales uno al lado del otro hacía que el intervalo sea de apenas unos minutos, hasta que dió comienzó Las Pastillas del Abuelo. Ratones Paranoicos fue la banda encargada de dar cierre a este primer fin de semana, haciendo su aparición con un video que mostraba imágenes de toda su trayectoria, repaso que también hicieron en su setlist. “Quisiera que esto duré para siempre” reza uno de sus más grandes hits, frase que se tarareaba por lo bajo mientras que el público abandonaba el predio. Tal vez no dure para siempre, pero al menos el fin de semana que sigue tendremos nuevas chances de que la música en vivo nos transforme.

Fotos: gentileza de prensa Quilmes Rock.