Foto: Florencia Berdichevsky
La primavera en la ciudad se vive a pleno, el calor se presta para tomar una cerveza en la vereda y charlar con amigues en la esquina de Niceto Club. Nadie parece apurado, la previa también es parte de la experiencia de ir a ver el show de Barbi Recanati. ‘La Güera Salomé’ sonaba a todo volumen mientras se abría el telón en homenaje a Lía Crucet, ya que su muerte se dio a conocer esa misma tarde. Barbi tiene un especial sentido de reconocimiento a las artistas mujeres que jugaron un papel clave en la historia de la música, lo que pudo volcar un un podcast convertido en el libro Mostras del Rock (2020).
‘Los Demás’ y ‘Que no’, fueron las dos primeras canciones del setlist, del disco Ubicación en Tiempo Real (2020). El pogo aguanto sin formarse apenas hasta el tercer tema: ‘En la Frente’ disparó el primero, al grito de “enloqueciste, lo dicen en la tele, ya no te creo nada”. Para una segunda parte del show más tranquila, subió al escenario a Paula Trama, —frontwoman de Los Besos—, la única invitada de la noche. Llevaron su colaboración en ‘Los Días Que No Estás’ al vivo, bailando este lento abrazadas en el medio del escenario. Ambas se encuentran realizando presentaciones en conjunto en formato de dúo en provincias como Neuquén y Tucumán y en diciembre llegan a CABA.
“No hay algoritmo que pueda juntar un grupo humano tan espectacular como ustedes”
Esa noche la artista cumplió 38 años y contó que había agendado tocar en Niceto un año atrás: “Tenía la sensación de que no iba a ser un año en el que tenga mucho para festejar. Reservar este venue para estar todo el día probando sonido con mis amigos y terminar tocando para ustedes fue una gran idea”. Ese malestar está directamente relacionado con el contexto político del país, sobre todo como parte de la comunidad LGBTQ+. Tiene sentido que el encuentro sea parte clave del público de Barbi, coincidir en que te guste su música es también coincidir en exponer lo que molesta libremente, sus conciertos son un refugio: “Es un espacio seguro donde si decis que mataron a tres lesbianas por ser lesbianas o que están prendiendo fuego la bandera del orgullo no me van a responder con que bajo el riesgo país”, comentó Barbi sobre el compromiso de quienes la siguen.
Mucho se ha escuchado este año sobre la cultura de la nostalgia, donde se anunció el regreso de grandes bandas como Oasis y Los Piojos. Cuando se ha intentado responder al porqué de su vuelta, muchas veces se llega a la conclusión de que los artistas contemporáneos no le entregan al público la cuota de profundidad y de reflexión de la realidad que antes tenían. Y como todo es cíclico, bandas de los 90′ de repente nos empiezan a identificar nuevamente, pero no es cierto que no hay artistas contemporáneas aportando su mirada sobre la realidad actual, solo hace falta mirar fuera del mainstream. Tampoco hay que perder de vista que las personas que asisten a los conciertos también juegan un rol central en su apoyo a este tipo de expresiones por parte de sus ídolos: “No hay sello discográfico, no hay marketing, no hay algoritmo, no hay redes sociales que puedan juntar un grupo humano tan espectacular como ustedes”, expresó la cantante al respecto.
“Estos tiempos son los nuestros, no nos calla el movimiento”
Para relativizar un poco esto hicieron un cover de ‘Todo Sigue Igual’ de Intoxicados: “Que no vuelvan los 90′, pero que vuelva esta canción”, lanzó Barbi. La lírica habla de buscar refugio en lo simple cuando todo se complica y una banda de rock te puede servir de salvavidas. En particular, la suya está compuesta por grandes músicos: Lux Raptor en teclado, sintetizadores y guitarra, Tomas Molina Lera en batería, Juan Manuel Segovia en guitarra y Marilina Bertoldi en bajo que llegó corriendo de abrirle el show a Lenny Kravitz en el Movistar Arena. Barbi comentó que Marilina no estará acompañándola en los próximos shows ya que está preparando presentaciones propias, algo podemos intuir de su último anuncio de la película Luna en Obras, un resumen de sus dos shows más importantes de 2024.

El brazo tatuado con los ojos de Siouxsie Sioux con un cable enroscado, ya son su marca registrada, el enredo pasa al cuello y a sus piernas mientras los técnicos corren para arreglarlo cada vez suelta el micrófono. Sus saltos son otro de sus distintivos, que la dejan suspendida en el aire antes de que exploten los estribillos y se desate el pogo abajo del escenario, que espera en forma de ronda. ‘Teoría Espacial’ y ‘Arte Arte Arte’ fueron de las más agitadas.
Antes de despedirse se tomó el tiempo de agradecer a su público por agotar esta fecha: “Este año fue un año más difícil y agradezco mucho a todas las personas que sacaron una entrada. La ciudad de Buenos Aires es el único lugar que nos permite contratar a tanta gente para darles este show. Para mi es un milagro vivir haciendo esto”. Para cerrar, tocó la canción que ya se convirtió en un un himno: ‘A la Luz’: “Estos tiempos son los nuestros, no nos calla el movimiento. Se va a caer”.