FANTASÍA EN PARADOR KONEX: JULIANA GATTAS & BLAIR

Las divas también llegan a casa

Ciudad Cultural Konex inauguró su parador para la temporada 2025 de enero a marzo, por el que pasarán distintos artistas como Fabiana Cantilo, Benjamín Amadeo y Ana Tijoux. La primera fecha tuvo a dos mujeres como protagonistas, BLAIR como artista emergente y Juliana Gattas que se encuentra transitando su etapa solista por fuera de su proyecto con Miranda!.

Ante el patio colmado y con un calor propio de enero en la ciudad, BLAIR hizo su aparición en escena a las 20:00. Su vestuario para la ocasión, consistió en un vestido rojo con detalles de encaje y zapatos haciendo juego, su porte de pelo negro y cejas finas la convierten en un live action de Betty Boop. La elegida para el comienzo fue uno de sus hits ‘Otra Noche en los ’70’ seguida por ‘INDIES’, canción que abre con la voz de Dante Saulino —guitarrista de la banda—.

BLAIR cuenta con un disco debut Llorando en la Fiesta (2022) y se encuentra trabajando en su segundo álbum B2, con letras que nos hablan del amor con aires indie-rock. Su carrera comenzó hace pocos años y ya cuenta con un grupo fiel de seguidores que la llevaron a agotar fechas en Niceto y a participar de los principales festivales como Lollapalooza Argentina. Para el tramo final del show contó con Lautaro Cura de invitado —frontman de Isla de Caras— para hacer su feat ‘Todo el Universo’. Finalmente, se despidió con ‘Rothmans’ subida a la valla para cantarle a su público eufórico a los ojos.

Reflexiones sobre la fama y el glamour de una diva al llegar a casa

El escenario se fue transformando paso a paso para darle la bienvenida a Juliana Gattas. El espacio se convirtió en el set de una obra de teatro de época, el rojo simil terciopelo lo cubría todo: la plataformas, el piso, las columnas y las cortinas que tapaban casi por completo la pantalla. ‘Borracha en un Baño Ajeno’ dio comienzo al setlist, seguida por ‘La Casa del Amor Nocturno’. Juliana le dió comienzo a una nueva etapa como solista —en un parate de sus fechas con Miranda!— con su disco Maquillada en la Cama (2024) que mezcla el pop con la electrónica y una voz suave que guía el camino de fantasía que plantea. “Siempre me preguntan ¿Qué se siente llorar desde la cima de la felicidad? Nadie se da cuenta que tan sola puede ser la noche maquillada en la cama”, reflexiona sobre la fama y el glamour de una diva al llegar a casa. 

La propuesta lúdica de su show, sumerge a su público a una aventura visual de muchos estímulos que suceden en simultáneo: mientras Juliana canta con su vestuario de mangas globo de colores, la sigue una de sus bailarinas que hace de una suerte de espejo o de su propia sombra. Por otra parte, el resto de los bailarines derraman sus más locas expresiones como salidos de una película de cine mudo, sumando coreografías con sus manos como mimos con guantes dorados. Dos espejos arriba de columnas giraban reflejando las luces de la puesta en escena encandilando el lugar, para completar, una pastilla giratoria en el fondo del stage  era abordada durante toda la performance por distintos personajes. 

El arte crea condiciones y tiende puentes para darle forma a mundos nuevos, inclusivos y libres

Marilina Bertoldi fue la invitada de la noche, que se sumó para hacer su reversión de ‘Me Vuelvo Cada Día Más Loca’ de Celeste Carballo, que grabaron para Spotify Singles, trajo sus aires rockeros y protagonizaron una falsa pelea de puños que terminó a los abrazos. Acto seguido, un telefono gigante de color blanco hizo su aparición en ‘Lejos del Fuego’ al que Juliana monto como un caballo entregandose al teatro y al tecno. El calor hacia brotar gotas en la parte superior del corset negro que eligió como vestuario brillando bajo las luces. 

El show de Juliana se siente como un lugar seguro, donde la diversidad puede manifestarse sin filtros, donde bailarines pasean en calzoncillos y las letras se gozan a gritos. En tiempos donde la hegemonía y la heteronorma quieren imponerse como el único camino posible a través del discurso oficial, el arte crea condiciones y tiende puentes para darle forma a mundos nuevos, inclusivos y libres. Y la música en vivo tiene el condimento extra de ponernos en contacto directo con personas que vibran en la misma sintonía, para saber que no estamos solos en esta discoteca de luces, sonidos, flashes y humo en el que la vida nos envuelve. 

Llegando al cierre, nos regaló una versión a capela de ‘Llorando’ de Rebekah del Rio como un homenaje a David Lynch, que marina muy bien con la temática de su álbum debut, mostrando su gran caudal de voz. Luego, sus bailarines la cubrieron con una manto negro y la devolvieron al centro de la escena alzandola como un maniqui para darle vida a ‘Maquillada en la Cama’. O

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