LA CAPITANA, LA VALENTI: CRIADA A AMOR Y FRÍO

La artista neuquina presenta su segundo disco de estudio

El corazón es el encargado de distribuir la sangre por nuestro cuerpo, es uno de los músculos que más trabaja y el que nunca descansa. Comanda las corazonadas, esa conmoción en el medio del pecho cuando algo nos da felicidad o nos angustia y se acelera cuando algo lo emociona, modificando su frecuencia. 

La Capitana comienza con un latido que se transforma en beat folklórico en su versión de ‘Quimey Neuquén’ de Marcelo Berbel y Milton Aguilar —popularizada por artistas como José Larralde—, avizorando una obra conectada con las emociones. El título contiene la provincia de Neuquén donde fue criada, luego de su nacimiento en Córdoba. Le da uso a este emblema patagonico como carta de presentación. 

Capitanas de nuestro destino para transformar la historia

Todo encuentro es despedida en este viaje de ida” canta en el segundo track ‘Del Valle (tu camino)’ casi suspirando, con los pulmones llenos de viento del sur, que al final cambia de ritmo para sumergirnos en una atmósfera más vibrante. Lo que sigue es ‘5 min +’ que nos trae el primer feat del álbum con Feli Colina donde revaloriza el presente y el no quedarse con las ganas: “En un conflicto recurrente, siempre enamorada. Arriesgo todo lo que tengo a quedarme sin nada/Vamos a hacer todo lo que estamos reprimiendo”. Con synthes electrónicos que muestran el tiempo que hay invertido en la producción de cada canción, ‘Paisaje’ pide que “no lo dejemos ir”.

“Con este par de huesos que se me caen a cada verso”

El disco viene acompañado de un recorrido audiovisual de todo el tracklist que nos presenta a la protagonista: La Capitana. Una mujer —siendo un término que históricamente ha sido atribuido a los hombres— que viste atuendos de otra época, usa ruleros, corsets, tapados de piel y peinados al estilo Eva Perón. Con una tonalidad sepia que nos hace viajar en el tiempo, vamos descubriendo en cada canción un rincón de su intimidad. Desde una casa con un patio adornado por un árbol de araucana, mira al horizonte desde su balcón y fuma en la cocina. Llama a sus amigas, como Feli, desde un teléfono naranja y se viste de fiesta para bailar en el living. Es la CapitanA del barco de su deseo, esa “A” que tantas veces se nos reprocha, que molesta, y que no nos permite representarnos en lugares que son típicamente ocupados por varones. Somos presidentAs, conductorAs, colectiverAs, hacedoras de nuestro destino para transformar la historia.  

‘Morir Cantando’ es la piedra angular de este trabajo. Tomar una máquina de escribir, escupirlo todo, y luego cantarlo: “Con este par de huesos que se me caen a cada verso/llevo en las manos las granadas”. La Valenti en la piel de este personaje escribe rodeada de los artistas que la inspiran como Charly García, Luis Alberto Spinetta y María Elena Walsh en forma de libros y discos. Esta canción es un manifiesto de sus verdades, un disparo directo que se asimila al trap y al bolero de voz firme, una mezcla de estilos que la caracterizan. Esta atmósfera de concentración se rompe con ‘Quiero Irme Con Vos’. Se saca los ruleros y se pone un vestido elegante que nos trae un aire más lúdico, al estilo ‘Vogue’ de Madonna: sacudirse todo y mover el cuerpo, para seguir camino. Pero este es solo un paréntesis corto en la narrativa, acto seguido llegan dos temas explosivos, cada uno por razones distintas.

‘Toita’, de voz llorada, expresa sus heridas en cada palabra con una payada de fondo. La artista compartió en su newsletter el detrás de escena de la creación: 

Ahora estoy llegando al estudio, una esquina muy sofisticada de San Telmo, un edificio histórico, de oficinas viejas con ascensores viejos y pisos de madera. Le aviso a Nan que estoy muy triste y que necesito sacarme la pena de adentro. “Haceme una guitarra triste pero maderosa”, solo quiero eso y lo llenamos de voces y nada más. Quiero un colchón de voces en toda la canción. Pero que en un momento sea alevosa la cantidad de voces. Grabe muchísimas, no recuerdo cuantas. Y cuando se me estaba por cortar la voz, Nan me dice “sacalo para afuera, pero sacalo de verdad” y ahí le dije “la saliva del mar me está salpicando, todo se repite como los latidos de mi corazón’“. La intención de esa frase nos desgarró tanto a los dos que nos miramos y nos dimos cuenta que teníamos algo entre manos y se llamaba Toita‘”.

Su lado B es ‘Kerosene’, que se lanzó como adelanto junto con el tema anterior, como su precuela. Ambas están guiadas por la misma línea de acordes de guitarra criolla, solo que en ‘Kerosene’ suenan más rápido,  todo en este tema tiene más potencia. La sustancia es la rabia regada en medio de una calle de tierra:

Ese día entré enojadísima. “Hace el instrumental más sucio, el más repugnante y violento que puedas, yo me voy a sentar a escribir mientras te escucho”. Me senté en el piso y solo escupí las palabras. Estaban todas ahí, como si ya las hubiese escrito antes. El juego era inminente entre la poesía y la parodia. Quería hablar de todos ellos sin nombrarlos. “Quiere que le diga lo que pasa? El chico está dolido, no quiere ir a terapia, callando la cultura, adornos de limón, me puse medio ácida, sigo, perdón”. Esto fue exactamente el 16 de febrero, ese día hicimos ‘Kerosene’ ”, expresó la artista en su newsletter

‘Volver al Sur’ cierra este viaje volviendo al origen, donde todo empieza y termina. Como una escena sacada de una película, en el videoclip se la ve esperando en la vereda con una valija blanca en la mano, con un tocado de redecilla que cae sobre su mirada, que espera hasta que los ojos se le llenan de lágrimas de añoranza: “Tengo la piel de arcilla, curtida y seca de tanto andar en tus aguas pienso en araucos tristes, del alma brotan hijas e hijos del viento en contra”. Este es un álbum de reivindicación a las raíces, de sonidos desprejuiciados y de voz en alto.

La Valenti presenta este nuevo disco el próximo 29/11 en Studio Crobar, conseguí las entradas acá

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